Millones de alemanes se encuentran sin trabajo y en estado de pobreza (los subsidios por desempleo no existen). Muchos alemanes se sienten humillados por las cláusulas del Tratado de Versalles, el resentimiento aumenta. La democracia está en crisis. Hitler estigmatiza a los comunistas y a los judíos a quienes hace responsables de la derrota y de la crisis, y asegura tener la solución para todos los problemas. En este contexto de crisis económica, social y política, el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP), liderado por Adolfo Hitler, gana las elecciones en julio y noviembre de 1932.