El 23 de agosto de 1939, Alemania firma un pacto de no agresión con la Unión Soviética. El 1 de septiembre de ese mismo año, el ejército alemán invade Polonia. Se desalojan extensos territorios para posibilitar el asentamiento de colonos alemanes. Los nazis asesinan a numerosos polacos prominentes. En las calles el invasor humilla y golpea impunemente a los judíos. Se organizan pogroms que le cuestan la vida a miles de judíos. En Europa occidental trasciende poco de las crueldades perpetradas en Polonia.