En mayo de 1940 comienza la guerra en el frente occidental: Holanda, Bélgica y Francia también son ocupadas por el ejército alemán. Al contrario de lo que ocurre con los polacos, los nazis consideran que estos países son pueblos hermanos y no cometen las mismas atrocidades. Durante el primer año de ocupación comienza en Holanda el registro de la población judía. Inicialmente los nazis intentan ganar para su causa a los holandeses. Sin embargo, durante la guerra sólo un grupo reducido colabora activamente con el invasor. La mayoría de la población trata de adaptarse a la nueva realidad. Durante la guerra, el rechazo y la resistencia contra las fuerzas de ocupación van en aumento.