Testimonios en primera persona

“En el barracón se habían constituido grupos según las diversas afinidades, políticas a veces, lo que aminoraba algo el aislamiento y la dureza de la cotidianeidad. Yo no formaba parte de ninguno de los grupos de solidaridad. Con mi cinta azul, rápidamente descifrada por mis compañeros de infortunio, no tenía nada que esperar de ellos: el delito sexual es una carga adicional en la identidad carcelaria (....) En el universo de los detenidos yo era un elemento completamente despreciable, una minucia sin alma.”

"En el enero de 1937 las SS detuvieron a 230 hombres en Luebeck conforme al párrafo 175 del código penal revisado por los nazis, que proscribía la homosexualidad, y fui encarcelado durante 10 meses. Los Nazis habían estado usando el párrafo 175 como fundamento para hacer detenciones de masas de homosexuales. En 1938 fui detenido de nuevo, humillado, y torturado. Los nazis finalmente me liberaron, pero sólo a condición de que yo consintiera ser castrado. Me rendí a la operación. A causa de la naturaleza de mi operación, fui rechazado como "discapacitado físico" cuando me presenté al servicio militar en 1940. En 1943 fui detenido otra vez, esta vez por ser un “monárquico”, un partidario de antiguo Kaiser Wilhelm II. Los nazis me encarcelaron como un preso político en un anexo del campo de concentración Neuengamme en Luebeck.”