Después de la guerra, Otto Frank se empeña en luchar por los derechos humanos y el respeto. Contesta miles de cartas de personas que han leído el diario de su hija. Éste se traduce a varios idiomas y es objeto de una obra de teatro y una película. En todo el mundo la gente se entera de la historia de Ana Frank y queda muy impresionada.
Otto Frank muere en 1980, a la edad de noventa y un años. Un año antes dice en una entrevista:
“Tengo casi noventa años y mis fuerzas decaen. Pero la tarea que me ha encomendado Ana me da siempre nuevas energías para luchar por la reconciliación y los derechos humanos en todo el mundo.”